pertenencia


De fondo tengo el soundtrack de la película "The Young Victoria".
No les he contado, pero hace unas semanas me ha surgido el deseo de aprender caligrafía inglesa del siglo XVII, busqué en Internet algunas imágenes, y sólo me queda darme el tiempo de practicar. 
Estoy muy complacida, ayer y hoy tuve el privilegio de ir a mi igle, extrañaba estar con mi gente, amigos y gente nueva, por supuesto también grandes en edad y otros más jóvenes. No había apreciado tanto el poder reunirme con ellos, hasta que por mi salud tuve que guardar reposo o cuidarme del frío. Pero ahora me encanta.

¿Qué es lo genial de ir donde están los que quieren aprender de Dios o tienen curiosidad?
Es una verdad que golpea el corazón, que las descripciones no podrán hacer mucho a menos que la persona lo experimente. Que Cristo, Dios mismo murió por mí para que pudiera volver a acercarme a Dios que es santo. Que mis amigos de todas las edades me aman. Que no importa como yo sea, el cambio lo hace Dios. Que puedo ver qué hago mal y hacerlo bien. Que existe el perdón y que no sólo es de Dios, uno también puede y tiene que perdonar. Que GRACIA es la palabra más grande de la historia porque envuelve en papel de regalo a lo más tremendo, el Amor. Que si se puede experimentar libertad en el corazón, y que no está sujeta a una libertad física, es del alma. Aunque me encarcelen, aunque me molesten, aunque me juzguen, aunque me maten la libertad permanecerá porque está escrita con sangre y es eterna. Soy hija de Dios. Que puedo recordar que la carrera que estudio es para amar a mis compañeros, para levantarlos, para escuchar, para reir, para mostrar y decir que Jesús es el sentido final de la vida, no una carrera. Mi esencia ahora es ser hija del Dios del universo. Etcétera. Etcétera. Etcétera.

Comentarios

Böri dijo…
Que lindo que pudiste ir a tu iglesia. Me alegro por ti. Y lo que escribiste es la verdad. Hija amada de Dios.

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