Jueves 11 de abril por la mañana



Caminé hacia el campo estaba despejado y muy lindo, el sol calentó genial; sigo caminando y se nubla, ahora llueve.

Cuántos pájaros escuché, una tribu de perros en el alto de un montículo me observaron, y con un poco de temor avancé. A esa altura ya sentí el olor de las estufas prendidas de la noche. Un perro se me acerca y ladra, me asusto pero quería cariño y juego. Así que le hago cariño en la cabeza y me empieza a abrazar. Quedo húmeda y sucia con el cariño del perro amarillo, me sigue, quiere más juego pero entiende que yo continúo mi camino. Aunque al principio me sigue delante mío, luego se va hacia atrás pero sigo en su mirada. Veo vacas y un hombre con un perro a lo lejos. Se pierden. Veo de reojo al amarillo compañero y hacia el frente... ¡Sorpresa! las golondrinas aún no se han ido. Saco las cuentas y llevan 8 meses. Me río, ah, también canté cuando estaba despejado.

Llegué a casa con un cielo nublado. Ahora llueve.


Se hace diferente el día cuando quiero aprovecharlo.
Un paseo con el Papá es lo mejor.

Comentarios

Anónimo dijo…
Wow, estuve allí, gracias por compartir ese espacio de tiempo y lugar desde tu cabeza.

nota mental: Sal a pasear con un palo a la próxima ;)

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