sueño

Soñé que se avecinaba una tormenta eléctrica y extraña no antes vista en Temuco. Mi ciudad era algo más parecida a un desierto que a otra cosa. No vi árboles, sí arena y un cielo gris.
Estaba con unos amigos y teníamos que escapar, de mi familia no sé. Todos debíamos hacerlo. Las noticias las teníamos en nuestras manos, en esos relojes muy tecnológicos que no me gustan.

Escapamos con mi amiga Carol en su auto rojo que en mi sueño eran dos asientos delanteros y quién sabe lo de atrás. Era miniatura y no había puertas ni ventanas, menos vidrios; pero subía escaleras y era rápido, se sentía un mar de personas queriendo salir. Ahí desperté.


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